lunes, 18 de febrero de 2008

¿Dónde va tu perrito cuando muere?

Obviamente, no me refiero a ningún tipo de cielo de perros, ya que dudo de la existencia del mismo. Y claro, es que sería la mar de bonito que tu amado perro estuviera tan feliz en una montaña de huesos, juguetes y árboles, pero, ¿qué podría hacer un perro para merecer el cielo, si sus preocupaciones son la mar de triviales? ¿Acaso dejarse llevar por su instinto y matar a otro perro o a un gato le hace ser un "mal perro"? Y si ese cielo existiera, ¿nos está condenando la razón humana al infierno?

Volviendo al tema principal, enterrar a una mascota es un gasto totalmente innecesario, aunque claro, si costara dos pesetas valdría con excavar un poco para que saliera un perro de la tierra, cosa que dudo alguien desee.

Así que, si entre tus opciones no está tirarlo a la basura, disecarlo, enterrarlo en tu jardín o dejarlo tirado en medio del campo, tu veterinario se ocupara de un entierro al más puro estilo judío (durante la segunda guerra mundial, claro).

Bobby será llevado a un montón de cadáveres de otros perros para posteriormente ser incinerado(aunque por cierta suma de dinero esta quema puede ser individual, y quedarte con las cenizas de tu querido).

No, claro, a mí tampoco me gustó la idea de que Tita acabara ahí, mereciéndose como se merecía el cielo, o incluso más.

No hay comentarios: