domingo, 30 de diciembre de 2007

Puntos erógenos

Una vez más, la curiosidad me ha llevado a buscar información, y es que en mi mente aparecen preguntitas palpitantes, que o se quedan ahí sin más, o las resuelvo y descansan con una amplia sonrisa en la cara. Y he dado con buenas respuestas que han saciado con creces dichas preguntas. He decidido compartirlo con vosotros. Os salvé la vida, eternamente agradecidos (:

Allá va:


Puntos erógenos del hombre

El cuerpo del hombre tiene algunas zonas de placer, llamadas zonas erógenas masculinas. Muchos hombres basan su sexualidad unicamente en los genitales, lo que es un error, pues su aguante y excitación no serán la misma que utilizando el resto del cuerpo.

Pectorales: para algunos hombres puede resultar una zona placentera, otros no notarán excitación alguna, e incluso algunos puede resultarle molesta su estimulación.

Cuello: es una zona bastante sensible tanto para hombres como para mujeres, suaves caricias, y pequeños besos es la mejor forma de estimularla.

Pene: es la zona más sensible de un hombre debido a la cantidad de terminaciones nerviosas, y la cantidad de sangre que bombea. Por lo tanto donde recibe las sensaciones más intensas y placenteras. El glande, el frenillo y la base del pene son las zonas más erógenas del pene.

Testiculos: no es una zona excesivamente sensible, pero a los hombres les gusta su excitación manual o mediante la lengua.

Perineo: Es la zona comprendida entre los órganos genitales y el ano. Es una zona que reacciona muy bien a la presión de los dedos o a las caricias circulares. En el caso del hombre, es más sensible aún, debido a que bajo la piel se encuentra la próstata, el llamado punto G masculino.

El cerebro, el principal órgano sexual

La excitabilidad de ciertas partes del cuerpo humano tiene una explicación fisiológica totalmente razonable: son zonas que poseen gran cantidad de terminaciones nerviosas. Pero nada de esto tiene sentido (ni sensibilidad) si no se encuentra en acción el principal órgano sexual del ser humano, el cerebro.

El cerebro dirige y controla tu predisposición a un acercamiento sexual. Si tú estás preparada para mantener una relación, el cerebro trasmitirá esta sensación al resto de las zonas erógenas de tu cuerpo para que estén dispuestas a recibir cualquier estímulo procedente del exterior. ¿Sorprendida?

Así que primero pon en marcha tu mente y ábrete a cualquier sensación que te venga de tu pareja. Convertiros en auténticos exploradores de vuestros cuerpos y descubrir qué zonas os excitan más. Sacar el máximo provecho a la riqueza que os ha otorgado la naturaleza y así podréis descubrir cómo cuerpo y mente se unen en un gran abrazo orgásmico sin precedentes.



Puntos erógenos de la mujer

El cuerpo de la mujer tiene más zonas erógenas que el del hombre. Ellas necesitan una mayor extimulación tanto física como psicologicamente que el hombre durante las relaciones sexuales para poder alcanzar el orgasmo. Sin embargo su excitabilidad, disfrute y aguante es bastante mayor que el del varón, por estar menos limitada a las zonas genitales.

Senos o pechos: es una zona muy sensible de las mujeres, son los primeros que reaccionan ante el estímulo sexual. Puedes excitarlos mediante besos, caricias, lengua. Eso sí, con suavidad, ya que una presión excesiva puede resultar dolorosa, (aunque varia entre mujeres). Sus zonas más sensibles son el pezón y la aureola.

Labios mayores y menores: los labios mayores producen gran excitación al ser estimulados manualmente u oralmente, en el caso de los labios menores la sensación de placer puede llegar a ser tan intensa incluso como la que se produce con la estimulación del clítoris.

Monte de venus o pubis: no tiene demasiada sensibilidad, pero su proximidad al clítoris le convierte en una parte muy excitante.

Clítoris: es el único órgano humano cuya única función es el placer. La parte más excitable y sensible de la mujer, con la que muchas mujeres llegan al orgasmo (clitoridianas). Debe estimularse con cuidado y poco a poco. Es por esto, que no se recomienda comenzar directamente una relación sexual con la excitación del clítoris, debes comenzar la estimulación por otras partes del cuerpo.

Lo que hay que tener en cuenta

- Conocer nuestro cuerpo es la única medida que debemos tomar para descubrir realmente nuestros puntos o zonas de maximo placer. Es bueno que aprendamos a identificar todas y cada una de sus partes. Será mucho más sencillo si nos miramos delante de un espejo.

- No podemos esperar que nuestro novio o novia sepa cuáles son nuestras zonas más sensibles de un modo espontáneo, sin darle ningun consejo.

- Existen personas que prefieren justificar su desconocimiento en esta materia creyendo que se trata de algo raro o que no existe. En ocasinones no somos conscientes de nuestro propio cuerpo hasta que no se origina algún problema.

- Cada uno tiene sus propios puntos erógenos, no hay que sentirse mal por ser distinto o no haber descubierto todavía algunas zonas erógenas.

- La mujer tiene muchas zonas de excitación repartidas a lo largo del cuerpo, y se pueden estimular con besos apasionados o suaves, por ejemplo, el lóbulo de la oreja o el cuello. Además, la zona de placer garantizada en una mujer es el clítoris, en el que la sensibilidad y el éxtasis confluyen a la par.

- Los varones suelen alcanzar una excitación inmediata con una estimulación directa de sus genitales, pero no hay que olvidar que existen otras zonas del cuerpo.









¿Qué? ¿Cómo os habéis quedado? Seguro que vosotros también albergábais ciertas dudas.
De nada.